Ella se despide detrás de los cristales
para Mari Ángeles
Cuando salí de ti, a mi mismo me prometí que volvería.
José Hierro
Ella se despide detrás de los cristales,
de los grandes cristales.
Un gesto puramente inmemorial, único,
lleno de andenes y puertos y ventanas,
cruza la transparencia hasta otros ojos.
El viajero no escucha,
lee los labios,
insinua, regresos y lágrimas.
Ella se despide detrás de los cristales.
De su mano se desprenden
sábados inconclusos,
sábanas y botellas,
de su mano dependen los relojes.
Es difícil aceptar la indiferencia del vidrio,
su sordera impasible,
la ajenitud de las corbatas y los bolsos.
Ella desmiente todas esas historias
donde se agitan pañuelos y lágrimas.
La sobriedad del gesto, la imnensa sobriedad
del gesto, nos deja inútiles.
Y el viajero no es más
que ese rostro detrás de los cristales,
esa mímica triste, una carta futura
que ha empezado a dictarse.
Alexis Díaz-Pimienta, "En Almería casi nunca llueve"
Bonus Track.........
Un corazón de madera
lleva esta niña en el pecho
con qué árbol se ha hecho
que aún huele a primavera.
Si esta muchacha quisiera
volvería a florecer
y yo, dispuesto a llover
sobre todo su ramaje
me integraría al paisaje
de su cuerpo de mujer.
Waldo y Alexis, Aguadulce, 13/1/96
Por aquel tiempo que nos impregnó a todos de un modo inusual y de unas personas únicas por lo inmensas, y nos marcó el pecho para siempre. Ese tiempo, ese modo y estas personas conjugamos el verbo Vivir en pasado, presente y futuro, inherente a la piel como cada latido.
Marian, 27/10/10
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